Aprender inglés desde pequeños: los beneficios del bilingüismo. Muchos de los que somos padres hoy en día, quizá relacionamos el aprender inglés como algo que se hacía en el colegio, con un libro o manual, sobre todo a través de la escritura. Esto nos llevaba a relacionar el aprendizaje de la lengua como algo que se hacía una vez que ya teníamos la capacidad de leer y escribir en nuestra lengua materna. De hecho, a lo largo del siglo XX, fueron muchos los que consideraban que aprender un segundo idioma de manera simultánea o cuando todavía nuestra lengua materna no estaba bien asimilada, podía dificultar el desarrollo académico e intelectual del niño.
Pero, como se ha visto años después, esto no es así. Hablar idiomas tiene efectos muy beneficiosos sobre el cerebro y por lo tanto, juegan un papel importante en un programa de estimulación temprana.
El bilingüismo, o el trilingüismo, mejora las habilidades cognitivas, incluso las no relacionadas con el lenguaje. Aprender idiomas entrena la mente, fortalece sus músculos cognitivos y, como consecuencia, ayuda en el desarrollo de la inteligencia. En concreto, y por su importancia en la formación actual de los niños, vamos a ver cómo pueden aprender inglés desde que son pequeños. 
¿Cómo? Principales pautas
Según el equipo de psicopedagogos de Cambridge University Press es muy importante el vínculo emocional de los niños con las personas con las que aprenden y, de manera natural, su curiosidad innata y el refuerzo positivo harán el resto.
1. Cuánto antes empiecen, mejor… desde que son bebés. No esperes a que tu hijo sea muy mayor para empezar a enseñarle inglés. Cuanto antes comiences a acostumbrar su oído a este idioma, menos le costará aprenderlo.
2. Escolarízales en un centro que sea bilingüe o trilingüe desde que son pequeños
3. Ten mucha paciencia. Los niños son como esponjas, aprenden muy rápido, pero no pueden saber inglés de la noche a la mañana. Tener en cuenta el proceso de aprendizaje de un idioma (primero comprenden más de lo que son capaces de expresar y, poco a poco, van “eclosionando”, al igual que pasa con el aprendizaje del lenguaje materno).
4. Sigue una rutina. Poquito pero a menudo: esa es la clave. Si utilizáis el inglés de forma regular a lo largo del día en momentos en que vuestro hijo lo espere, aprender será mucho más ameno. Por ejemplo, podéis incluir un cuento antes de ir a dormir, o incluso cantar una canción a la hora del baño .
5. Plantéalo como un juego. Los niños aprenden mejor y más rápido jugando. Si planteas el aprendizaje de inglés como un juego asimilarán antes el vocabulario, la gramática y la pronunciación. No olvides que cada niño tiene sus propios intereses, ¡aprovecha para motivarles!
aprender inglés desde pequeños
6.  Los cuentos. Los cuentos en inglés ofrecen un beneficio doble: potencian el amor por la lectura y mejoran su vocabulario y comprensión del idioma. Lo ideal es, además, compartir tiempo con ellos mientras los leemos juntos, mejorando de este modo el vínculo con nuestro hijo.
7. El poder de la música. Las canciones son una gran herramienta para que los niños aprendan inglés. Pueden escuchar música directamente o ponerlas de fondo mientras estén jugando.
8. Aprovechar las tecnologías. La tecnología hoy en día permite que los más pequeños crezcan rodeados de recursos para aprender este idioma. Así que, ¿por qué no aprovecharlos?  Teniendo en cuenta siempre su buen y limitado uso, un orden y jugar con ellos siempre que podamos)
a) Televisión: Elige siempre la versión original, al principio cuesta, pero luego los beneficios son enormes. 
b) Dispositivos móviles: YouTube es un gran aliado así como Netflix u otras plataformas con contenido infantil en versión original. En estas plataformas disponemos de muchísimos recursos adaptados a la edad del pequeño.
Como conclusión, creo que la constancia en el empeño es el secreto, la clave a la hora de que aprendan cualquier habilidad y el inglés, si lo piensas, no es una excepción.
María Laura Lacarte es profesora de Inglés en Secundaria y Bachillerato